La Sorprendida
El monje trapense Bernardo Olivera nos presenta distintas reflexiones para conocer y dejarse guiar por la gran sorprendida de Dios.
«Espero que cualquier lector atento pueda descubrir el hilo conductor que engarza todos estos temas. María, Madre de Dios y de la Iglesia, es decir, de todos nosotros, une lo que podría parecer disperso… » De la Introducción de Bernardo Olivera
El autor a través de un recorrido «nuevo» nos presenta la espiritualidad (fe vivida) de la Virgen María, la creyente, nuestra Madre. Su oración del Magnificat y la nuestra, del Salve Regina; la experiencia de San Bernardo de Claraval; la presencia misma de Nuestra Señora de Guadalupe que trajo el Evangelio a nuestro pueblo latinoamericano y finalmente la experiencia de la consagración a Dios por medio de María, puede parecer un recorrido extraño e inconexo. Sin embargo, un hilo de oro engarza estos capítulos: la Maternidad divina de María y su Maternidad eclesial «(…) que solo se entienden por la presencia plena y desbordante del Espíritu Santo en Ella: engendró al Hijo de Dios por obra del Espíritu y comenzó a actuar como Madre eficaz de los discípulos de Jesús a partir del día de Pentecostés. Por eso es Ella quien nos enseña a ver íntimamente todo lo creado y a contemplar al Creador como Padre y Salvador. Es así como vivimos felizmente asombrados.» (de la conclusión de Bernardo Olivera)
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