
Lectio divina
Cada cosa que habremos hecho –o que no habremos hecho– a cada uno de los hermanos más pequeños de Él, lo habremos –o no lo habremos– hecho a Jesús. El amor, por lo tanto, será la base de la sentencia que se emitirá sobre nuestra vida y que experimentaremos nosotros mismos frente a la patente verdad de nuestra realidad, cuando comparezcamos ante Dios. Este es el corazón de la vida cristiana: la caridad, la misericordia, la acogida. En el atardecer de nuestra vida quedará solo el plus de amor que habremos puesto en cada cosa. (Introducción)
…en la vida todos tenemos la experiencia del dolor y de la angustia. Entonces ¿cómo mirar la vida eterna para aquellos que sufren en el cuerpo y en el espíritu? Dios creó todo para el amor y la felicidad, pero también estableció que cada creatura llegara a ellos a través de un camino libre, no obligado. Para todos el Señor fijó una prueba. Los mismos ángeles, creaturas como nosotros, fueron sometidos a este examen. Conocemos el resultado final: una parte de ellos se rebeló contra Dios y no quiso reconocer su autoridad sometiéndose a Él con humildad y están condenados definitivamente. Otra parte de los ángeles prefirió la obediencia a Dios, eligiendo el paraíso. (Cap. 2)
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